El Protocolo de Kioto es un acuerdo internacional que tiene como fin reducir las emisiones de seis gases provocadores del calentamiento global : dioxido de carbono (CO2), gas metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), y de tres gases industriales fluorados: Hidrofluorocarbonos (HFC), Perfluorocarbonos (PFC) y Hexafluoruro de azufre (SF6), en un porcentaje aproximado de un 5%, desde el año 2008 al 2012, en comparación a las emisiones al año 1990. Por ejemplo, si la contaminación de estos gases en el año 1990 alcanzaba el 100%, al término del año 2012 deberá ser del 95%. Es importante señalar que esto no significa que cada país deba reducir sus emisiones de gases regulados en un 5%, sino que este es un porcentaje a nivel global y, por el contrario, cada país obligado por Kioto tiene sus propios porcentajes de emisión que debe disminuir.
Este instrumento se encuentra dentro del marco de la Convencion Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (CMNUCC), suscrita en 1992 dentro de lo que se conoció como la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro. El protocolo vino a dar fuerza vinculante a lo que en ese entonces no pudo hacer la CMNUCC.
Estados Unidos, Australia, Japón, China, India y Corea del Sur han firmado un acuerdo para colaborar en el desarrollo de tecnología dirigida a reducir las emisiones de gases contaminantes, con el objetivo de combatir el efecto invernadero. Un acuerdo alternativo al Protocolo de Kioto que han firmado los países que producen cerca del 40% de las emisiones de gas en todo el mundo.
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